La danza Contemporánea nació a principios del siglo XX, una época de cambios vertiginosos, crisis sociales y desarrollo, que impactó en el arte. Los bailarines se sentían en muchos casos oprimidos por las rígidas normas del Ballet Clásico y, acorde a la sociedad de su tiempo, deseaban poder expresarse con mayor libertad.
Del sentir al hacer hubo un paso y se comenzaron a realizar representaciones, al principio muy criticadas, en las que los bailarines rompían los esquemas buscando transmitir sentimientos más que contar necesariamente historias.
La danza Contemporánea sabe transmitir sentimientos, pasiones y fuerza como pocas manifestaciones del arte.
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